El museo de Gardel es un nuevo lugar emblemático para casarse

¿Qué hubiera opinado Carlos Gardel si se hubiera enterado lo que va a pasar este viernes en la que fue su casa? Él, que era un soltero empedernido. Que cuando, entre gira y gira, estaba en esa vivienda de Jean Jaurés 735 que compartía con su madre, dormía en una cama de bronce de una plaza. Pero este viernes, por primera vez, se van a casar dos parejas en ese sitio histórico para el 2 x 4, en el marco del Festival y Mundial de Tango 2018. Y de acá en adelante, la que hoy es la Casa Museo del Zorzal criollo quedará incorporada en la lista disponible para la modalidad de Matrimonios en Lugares Emblemáticos que ofrece el Ministerio de Gobierno a través del Registro Civil de la Ciudad.

A partir de las 12, se casarán dos parejas. Una de ellas es la conformada por Victoria Azpeitia y Brian Romero. Ella tiene 26 años y él 24, aunque dos días después de la ceremonia va a cumplir 25. Se conocieron porque ambos pertenecen a un grupo de jóvenes que se llama FJU. “Un amigo en común convocó a los que querían aprender a hacer edición en video en Adobe Premiere, porque yo podía enseñarles. Y ella fue una de mis alumnas”, relata Brian, que trabaja como empleado administrativo.

En busca de un lugar menos convencional para casarse, ambos recibieron el ofrecimiento del Registro Civil de hacerlo en la casa gardeliana. Y a ellos los atrajo la posibilidad.

“Cuando nos ofrecieron la posibilidad, nos pareció una excelente idea. Incluso desde el plano visual, viéndolo como fotógrafo, este lugar me parece mucho más adecuado y más lindo para hacer imágenes del casamiento”, cuenta Brian.

Y continúa: “Es un sitio icónico de la Ciudad y Gardel es el más grande del tango. Tenemos admiración hacia él como artista y esta fue su casa de verdad, ubicada en un barrio tanguero de toda la vida. Personalmente, me agrada el tango. Aunque no soy fanático, solía bailarlo como alumno del Colegio Nacional N° 3 Mariano Moreno, en Almagro. Mi abuelo materno sí era fanático del 2 x 4, y mis abuelos paternos, que eran inmigrantes italianos, también eran del palo del bandoneón”.

La otra pareja que se va a casar en esa casa donde Berta preparaba el mate mientras Gardel jugaba con su fox terrier Blanquito, es la integrada por Carolina Rodríguez (26) y Facundo Acevedo (24). La de ellos es una larga historia de amor: se conocen desde que tenían 10 años. Fueron padres muy jóvenes y tienen tres hijos. Y ahora decidieron contraer matrimonio y nada menos que en este sitio clave de la historia del tango.

Gardel compró la casa chorizo de Jean Jaurés 735 en junio de 1926. Algunas versiones dicen que se la vendió un amigo suyo que vivía en Francia en $ 50.000 de la época. Él pagó $ 5.000 al contado y el resto en cuotas.

Se trataba de una residencia modesta donde, hasta 1917, había funcionado un prostíbulo. En 1918, se transformó en una sastrería para señoras.

Antes, el Zorzal y su madre Berta Gardés vivían en un departamento alquilado en Rincón 137. Hasta que, en 1927, se mudaron a esa casa adquirida en la zona del Abasto. “Es la casa de mamá”, solía decirle Gardel a sus amigos más íntimos, los únicos que podían visitarlo en ese lugar. Es que Berta prefería estar sola.

Gardel solía ensayar en una de las habitaciones que daban hacia la calle Jean Jaurés. Después de su trágica muerte en un accidente aéreo en Medellín, el 24 de junio de 1935, su madre siguió viviendo en esa casa. El cuarto de él permaneció intacto, con su angosta cama de bronce, una mesa de luz, un armario repleto de sombreros y varios retratos. Incluyendo uno suyo, de cuando tenía 4 años.

Berta murió el 7 de julio de 1943 y la casa fue heredada por Armando Defino, apoderado y representante de Gardel. A su vez, la viuda de ésta se la vendió a los hermanos Ramos Machado, que la transformaron en una tanguería. Finalmente, la compró el empresario Eduardo Eurnekian, que en 2000 se la donó a la Ciudad para que la convierta en un museo, que fue inaugurado en 2003. Entre 2016 y 2017, la casa fue sometida a una remodelación. Y a partir de ahora, será un nuevo escenario para que las parejas digan oficialmente el “Sí, quiero” y reciban su libreta roja. NR