Aire Libre
El avistaje de aves sigue sumando adeptos en la Ciudad
Quien crea que la Ciudad de Buenos Aires, en materia de pájaros, sólo tiene palomas y gorriones no se detuvo a mirar. Si alguien llegó a ver los caranchos que sobrevuelan el centro y hasta los halcones peregrinos que atraviesan algunas zonas de Flores, tal vez pudo sorprenderse un poco, pero no conoce ni un tercio de la cantidad de aves que pueblan los barrios porteños.
Lo cierto es que la variedad de fauna que se puede observar en Buenos Aires casi sin alejarse es enorme. Sólo en la Reserva Ecológica hay 300 tipos de aves, pero si la emoción es encontrarlas más al paso, también es posible. Por ejemplo en Barracas y Caballito se han visto halconcitos colorados y entre los Bosques de Palermo, Agronomía y el Parque Avellaneda se pueden encontrar pájaros carpinteros, picaflores, cotorras, chingolos, benteveos y estorninos, además de los tordos que van de árbol en árbol por toda la ciudad.
Binoculares, cuadernito o anotador y lápiz en mano, repelente sugerido, calzado cómodo, guía de campo para reconocer las especies y cámara de fotos opcional es el look de cada vez más gente en Buenos Aires. Son los que se dedican a la observación de aves y cada semana se juntan para hacer avistamiento, la nueva actividad gregaria de un alto porcentaje de porteños.
Aves Argentinas es la asociación que nuclea a 3.000 socios en todo el país por medio de los clubes de observadores de aves (COA). En la Ciudad actualmente funcionan siete COA, que se agrupan por zonas en las reservas norte y sur, el Parque Sarmiento, Parque Avellaneda, los Bosques de Palermo, la Facultad de Agronomía y los Parques Rivadavia y Centenario.
El más grande es el de Costanera Sur, con 60 personas, y los otros tienen un promedio de 10 socios activos cada uno. Por gusto y pasión, hacen relevamientos, trabajan con autoridades de los parques y llevan adelante acciones de educación. A la hora de avistar aves propiamente dicha, abren sus encuentros al público, gratis, y también realizan actividades para chicos.
El mundo del observador de aves tiene habitantes de todo tipo. Están los que se dedican a la jardinería y de ahí pasan a interesarse en las plantas en general, y después en los pájaros. Otros son los amantes de la fotografía, que llegan al avistaje después de haberse dedicado a capturar imágenes. Muchos suelen ser los que gustan genéricamente de la fauna, el típico bichero, esos que de chicos se la pasaban agarrando insectos.
Y el avistaje en sí mismo no tiene un formato estricto. Hay tantas formas de practicarlo como observadores de aves. A grandes rasgos es ir al parque y mirar lo que se cruza. Están los que sacan fotos, los que sólo miran, los que buscan nuevos ejemplares, los que observan comportamientos, los que anotan todo en una libreta, los que reconocen especies, los que buscan rarezas, los que, los que, los que. De afuera se ve así: un grupo que camina, da vueltas por el parque y toma mate mientras busca algo y algunos anotan cosas.
“Hay más conciencia ambiental en el promedio de la población a la vez que hay menos espacios verdes. Hay un déficit de naturaleza en las ciudades y la gente busca un escape. El avistaje es fácil, queda cerca y tiene un costado social”, dice Francisco González Táboas, un viejo observador de aves de apenas 32 años, también conocido como @franalverja en Twitter, en donde desparrama su pasión ornitológica y hasta es fuente de consultas al paso en todo lo que se refiere a pájaros, y ya que está también contestas dudas sobre cualquier tipo de bicho.
Aunque comenzó con la actividad hace más de una década, por gusto, desde hace un tiempo trabaja para Aves Argentinas, la entidad civil sin fines de lucro que nuclea a los COA y trabaja, desde 1916, “para revalorizar el vínculo de las personas con su entorno natural”, explican en su página web. “Así como de pronto todo el mundo hacía running, ahora hay observadores de aves”, dice Francisco con tanto sentido del humor como seriedad, o como quien mira un pájaro pasar.
Este sábado 16 y todos los terceros sábados de cada mes, Aves Argentinas organiza una salida de avistamiento en Costanera Sur. Gratis, sin reserva previa, sólo hay que acercarse a las 10 de la mañana al grupo de gente con binoculares que se reúne en la entrada de avenida Brasil. Se suspende por lluvia. NR
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