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Gustavo Vera concretó su última donación como legislador porteño y llegó así a $1.500.000 entregados
El diputado de la Ciudad de Bien Común Gustavo Vera realizó su última donación como legislador y cumplió así con su promesa de campaña de 2013 cuando sostuvo que se iba a quedar solamente con el equivalente al salario de un director de escuela. De esa forma llegó a 1.500.000 pesos en cuatro años de gestión.
En esta ocasión los beneficiarios de los 45 mil pesos fueron los clubes Penacho Azul, Justo José de Urquiza, Fátima y San Diego, además de la Cooperativa 1 de Julio, entre otros.
Vera concretó así diferentes donaciones a entidades sociales, culturales, políticas, deportivas, clubes, medios periodísticos y diferentes asociaciones.
“Formamos parte de un programa para que los chicos puedan hacer deportes y así poder sacarlos de la calle y les damos contención. Recibimos donaciones de camisetas y ahora este dinero que nos va a ayudar muchísimo. Queremos agradecerle al legislador Gustavo Vera por este gran gesto que tuvo”, precisaron los representantes de los clubes beneficiarios.
El Papa Francisco, acorde con lo que el legislador porteño llevó adelante, siempre dice que devolver el dinero al pueblo “no es caridad, es justicia”. Pero Vera no se quedó solo en donaciones, ya que mantuvo una activa tarea parlamentaria, tanto dentro como fuera de la Legislatura porteña que lo llevaron a ser elegido como el mejor diputado de la Ciudad en forma consecutiva durante 2016 y 2017, en una encuesta de la que participaron más de 5.000 lectores de la Revista Comunas.
“Mi amigo que ahora está en Roma (en referencia al Papa Francisco) me dio tres consejos que creo haber cumplido y estoy muy orgulloso por eso. El primero es que cuando vaya subiendo la escalera salude a todos los que están en el camino porque van a ser los mismos que voy a ver cuando vuelva”, precisó.
El titular de La Alameda reveló para lograr todo esto como legislador siguió al pie de la letra tres consejos que le dio el Papa Francisco y de los cuales se sintió “muy orgulloso” de haberlos llevados a la práctica.
“El segundo fue que nunca vas a ver un camión de mudanzas detrás de un cortejo fúnebre y el tercer consejo que me dio fue que cuando uno llega más alto y más responsabilidad te da la sociedad mas humilde y mas bajo tenés que estar, es decir servir al pueblo”, añadió.
La última donación quedó registrada en la escribanía de Mario Rebasa (matrícula número 2259), situada en el Microcentro porteño.
En la actividad parlamentaria estuvo entre los cinco primeros legisladores más activos, con pedidos de informes al gobierno de la Ciudad y con la elaboración de proyectos, entre los más destacados aparecen la Ley 5639 que es para cerrar los boliches de Clase C, donde se ocultan bajo la figura de alternadoras el negocio de los prostíbulos, y el de fijar todos los 22 de marzo como el Día del Recolector de Residuos en homenaje al trabajador Maximiliano Acuña, quien mientras hacía esa tarea un conductor alcoholizado chocó el camión y provocó que tuvieran que amputarla las dos piernas.
Además, en 2014 presentó un proyecto para que los legisladores bajaran su sueldo y quedaran equilibrados con el salario de un director de escuela u hospital, pero perdió por 47 votos a 4, lo que provocó que esos diputados privilegiaran sus sueldos por encima de su ayuda a la comunidad, como originalmente debía ser.
Asimismo, presentó un amparos judiciales y logró que la Justicia disponga la suspensión definitiva de un megaemprendimiento inmobiliario en el Palacio Roccatagliata del barrio porteño de Coghlan.
También usó el mismo documento judicial para frenar la ley sancionada de Estacionamiento medido, más conocidos como parquímetros, porque se aprobó en forma inconstitucional (era de doble lectura y debía aprobarse con 40 votos y no con 33 como se hizo). Además, las playas de acarreo se iban a construir en lugares establecidos como Zona Parque según el Código de Planeamiento Urbano (CPU), cuando en realidad se tendría que haber votado y elegido por comunas el cambio de la rezonificación para que sea legal el proyecto.
Además, acompañó con presentaciones judiciales y asistencia a los habitantes del conventillo incendiado en la calle Pedro de Mendoza 1470 en La Boca.
En ese sentido, Vera reiteró varias veces la necesidad de que esas personas regresaran al conventillo porque no había peligro de derrumbe como lo decía el Gobierno porteño, e incluso se presentó en la Justicia para intimar a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta ante los incumplimientos que cometió pese a que había órdenes de la magistrada interviniente. NR
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