Adolescentes: las primeras vacaciones sin padres

Las vacaciones son siempre motivo de alegría y entusiasmo. Para muchos, la posibilidad de conocer una cultura diferente; para otros, la llegada del ansiado descanso; y para tantos más, la oportunidad de reencontrarse con la pareja y la familia. Pero, para un grupo especialmente joven, es la ocasión de vivir el primer veraneo sin padres y en compañía de amigos.

Y si bien no hay datos concretos del Ministerio de Turismo de La Nación respecto a cuál es la edad promedio en que se da aquel hito en la vida familiar, ni el fenómeno suele ser motivo de estudio o estadística de municipios de importante afluencia adolescente; lo cierto es que a partir de la experiencia acumulada en cada temporada los especialistas indican -sin miedo a equivocarse- que los adolescentes realizan sus primeras vacaciones lejos de sus padres a partir de los 16 años.

El director de Turismo de Villa Gesell, Emiliano Felice, indica que en la emblemática ciudad balnearia se ven, sobre todo, grupos de adolescentes de entre 19 y 21 años y que “en general, al menos desde hace una década, llegan especialmente en enero”.

Aporta más precisiones Pablo Blangiforti, de la inmobiliaria homónima -con alrededor de un 5 por ciento con clientela adolescente- quien comenta que desde el fin de semana largo del 12 de octubre, muchos jóvenes viajan a la ciudad para cerrar el alquiler de sus próximas vacaciones. También afirma que la mayoría de los jóvenes prefieren la segunda quincena de enero seguida de la primera. “Los que vienen en febrero, en cambio, son los que no concurren a los boliches. Tiene más de 25 años y frecuentan sobre todo bares”.

Además, asegura que, en algunos casos, con autorización de los padres, hay quienes vacacionan solos con 16 años a diferencia de lo que sucedía a principio del milenio cuando lo hacían de los 18 años en adelante.

Desde otro destino, el coordinador de eventos y promoción de la Secretaría de Turismo de Villa Carlos Paz, Fernando Tardivo, aclara que no tienen discriminado el porcentaje de jóvenes que vacacionan solos pero indica, al mismo tiempo, que “hay que hacer una diferencia en la provincia toda. Al tener, Villa Carlos Paz, una vida nocturna muy importante, durante el verano llegan grupos de chicos de unos 23 años que consumen, no sólo boliches y bares, sino también teatro. No pasa lo mismo con otros destinos más chicos” como ser los de la zona del Valle de Calamuchita donde se hallan localidades como Villa General Belgrano, La Cumbrecita y El Durazno. Allí es más habitual ver amigos y amigas adolescentes desde los 17 años.

Las que más vacacionan en grupos de amigos, siempre según Tardivo, son las mujeres. El funcionario también indica que “la mayor afluencia de jóvenes se da durante la primera quincena de enero”. Aunque, a diferencia de lo que sucede en la costa atlántica, no permanecen dos semanas en Villa Carlos Paz sino “no más de 4 o 5 días”. La mayoría, además, llega en ónmibus. “Suelen ser grupos de unas 6 o 7 personas”, revela.

Alojamiento restringido

Por otra parte, a modo de referencia, Blangiforti destaca que el alquiler para jóvenes se cobra por persona y, dependiendo de las características del departamento y de su ubicación, en la concurrida segunda quincena del año se pide entre $ 3.000 y $ 4.000 por cada adolescente mientras que en los primeros 15 días la cifra es de entre $2.500 y $3.500. “Es un buen negocio para los propietarios”, asegura.

Sin embargo, no todos piensan igual. Felice reconoce que últimamente estos turistas “están más descontrolados. Hay poco respeto. Quizás salen de bailar tocando bocina; incluso alguno se sube al techo del auto. O alquilan una casa y ponen el parlante en la puerta, lo que evidentemente molesta a los vecinos. Incluso, hay padres que depositan a los chicos en un departamento cuyos dueños no alquila a jóvenes”. Es decir, mienten asegurando que el alojamiento es para una familia cuando es para su hijo y sus amigos.

Asimismo, el funcionario indica que la mayoría de los grupos de jóvenes están formados por mujeres y que son ellas las que desafían más los límites. “Es una tendencia del último tiempo”, admite.

En la ciudad cordobesa de Carlos Paz, más precisamente desde una reconocida inmobiliaria con más de 75 años de experiencia señalan que “notamos que cada vez hay más excesos, incluso de droga y alcohol que antes no se veía en los jóvenes”. De hecho, fuentes de la Secretaría de Turismo de aquel destino confirmaron a BAE Negocios que “una gran mayoría de inmobiliarias se resiste a alquilar a adolescentes”.

Por todo ello, tanto en la costa atlántica como en algunas provincias, no es fácil hallar dónde alojarse. Blangiforti sólo acepta hasta seis adolescentes “ya que son más controlables”. Otra salvedad que marca el agente inmobiliario es que “preferimos ver a quiénes le vamos a alquilar. Por eso, no hay posibilidad de hacerlo por internet. Es que cuando ves ingresar un grupo de jóvenes, por la vestimenta, la conducta y el modo en que hablan, tenés una referencia de cómo son. Nunca hemos tenido inconvenientes y siempre tratamos de que los padres firmen una autorización en la que indiquen tanto su documento de identidad y teléfono celular como el de sus hijos”. La idea es que “puedan tener en nosotros una contención”.

Por otra parte, aclara que “sólo les alquilo departamentos -y no casas- por la simple razón de que es más seguro. Es que los chicos son despistados. Todos quieren llegar primeros a la playa. Entonces, nadie controla si la puerta o el ventiluz del baño están bien cerrados”. En un edificio, aunque dejen la puerta de su departamento abierta, al no dar directamente a la calle, están más protegidos.

Fuente: diariobae