Un vivero en Parque Avellaneda producirá 10 mil árboles que serán distribuidos en todas las Comunas

Las flores violetas de los jacarandás, las rosadas de los lapachos o las amarillas de los cassia carnavales van a sumarle color a Buenos Aires. Estas y otras especies autóctonas de árboles van a ser producidas en un invernadero en Parque Avellaneda, para ser distribuidas en toda la Ciudad. En total, se espera una producción de entre 10 mil y 12 mil ejemplares, que estarían listos para trasplantar en un plazo de tres años.

El vivero donde se harán crecer los retoños estará bajo un domo o cúpula, con el que están techando un antiguo tanque australiano ubicado dentro del Parque Avellaneda. “La ventaja de este domo es que va a servir de invernáculo, lo que nos va a permitir que las especies estén protegidas del calor o el frío durante todo el año. La temperatura se va a mantener en 25°. Y los árboles van a permanecer en este lugar desde su siembra hasta que estén en condiciones de ser trasladados a la calle”, explica Adrián Peña, el gerente operativo de Mantenimiento del Arbolado Urbano, a cargo del vivero municipal.

En este invernáculo, que se suma a un vivero ubicado en Ituzaingó, se van a producir árboles para toda la Ciudad. Van a cultivar especies autóctonas, como el jacarandá o el lapacho, y la mayoría con flores. “Elegimos especies que no dañan las veredas y que se ambientan bien. El objetivo es reproducir ejemplares para toda la Capital, que ya no tendrá que comprarlos, para abastecer a unos 10 mil canteros vacíos. También los vamos a usar para reemplazar a los árboles que haya que retirar de la vía pública por razones de seguridad. La idea es que la Ciudad se autoabastesca de árboles y que no tenga que comprarlos”, detalla Peña.

El último Censo Fitosanitario que se hizo en la Ciudad fue en 2011 y reveló que existen 424.365 ejemplares, incluyendo 372.625 en las veredas y otros 51.740 en los espacios verdes. Además, se determinó que el 91% se encontraba en buen estado.

Los árboles porteños pertenecen a 300 especies diferentes. La más repetida es el fresno americano, que con 143.405 ejemplares representa el 40% del total de árboles. En el segundo lugar está el plátano, con 34.338 ejemplares, seguido por el tilo (17.284), el jacarandá (10,975), el paraíso (24.264) y el ficus (23.707). Otros árboles habituales son el fresno europeo, el crespón, la tipa blanca, el ligustro común y el ligustro disciplinado. En el Ministerio de Ambiente y Espacio Público afirman que estas 11 especies representan el 80% del total de árboles de la Ciudad.

“Estamos trabajando para aumentar la biodiversidad en el arbolado público y en generar más espacios verdes -sostiene el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli-. Queremos una ciudad más amigable con el medio ambiente y, sin dudas, el cuidado de los árboles es fundamental para lograr esa meta. Prestamos mucha atención a cada árbol. Trabajamos con especialistas que se encargan de su mantenimiento, realizando las podas periódicas y los controles de plagas”.

“Desde el censo de 2011 estamos haciendo un seguimiento los paraísos, porque son los que tienen más riesgo de caer debido a que la mayoría están huecos y en mal estado -precisa Gabriel Borges, el director general de mantenimiento de Espacio Público Comunal, de quien también depende el arbolado-. A medida que detectamos a los que están inestables, se los mocha y se hace la extracción. También hay que extraer los ficus, porque crecen muy grandes y destrozan veredas y cañerías. Son para maceta, pero muchos vecinos los plantan en la calle por su cuenta. Todos estos árboles que vayamos retirando van a ser reemplazados por los del domo”.

El estado del arbolado es una de las mayores quejas de los porteños. “Este año se podaron 80 mil árboles -dice Borges-. Nosotros contamos con 12 cuadrillas, que operan en casos de emergencias y en las comunas 8 y 9. En el resto, es la propia Comuna la que está a cargo del arbolado”.

El vivero de la Ciudad funciona desde 1917
La ciudad de Buenos Aires cuenta con un vivero muicipal desde el año 1917. Está en el Parque Avellaneda, donde ahora se está haciendo el invernadero para árboles, y en él creció una parte de las flores y especies que embellecen los espacios verdes públicos.

Cuenta con 6 hectáreas y se ubica en el noroeste del Parque. Lo crearonen el año de la revolución rusa, en tiempos en que se le dio importancia a la parquización. En lo que fue su primer invernáculo, ahora se reproducen coníferas y palmeras. Después de seis meses las trasplantan a una “zona de vidrieras”. Y luego las trasladan a plazas y parques. NR