Un mítico bar notable fundado hace casi 100 años reabre sus puertas en Buenos Aires

Cuando hace unos pocos meses cerró un Bar Notable, que estuvo toda una vida en Callao 368, los porteños no tenían consuelo. La buena noticia es que el histórico bar La Academia reabre sus puertas en el mismo lugar que estaba el restaurante Pippo, en Montevideo 341, a pasos de avenida Corrientes. Su dueño, Roberto López, logró un milagro: trasladó la misma magia y el espíritu de este bar fundado en 1930 y decidió que a partir del 18 de junio que lo reinaugura lo mantendrá abierto las 24 horas.

Entrar al nuevo bar es casi como estar en el de Callao. No solo mudó la puerta vidriada y los vidrios fileteados que ubicó sobre las paredes, las mesas y sillas; hasta decidió pintar del mismo color las paredes y el piso casi es el mismo. Los clientes habituales hasta podrán encontrar al mozo catamarqueño José, que hace más de 35 años que trabajaba ahí. También estarán Antonio y Alicia.

Roberto López trabaja en el bar desde 1976, cuando su padre Luis compró el fondo de comercio. Lo tuvieron abierto todo el día hasta que cerró en la pandemia. Tras dos años con las persianas bajas, cuando reabrió el horario fue otro: de 7 a 23 horas. “Estoy muy contento porque pude reabrirlo, manteniendo la tradición de estar abierto las 24 horas. Quiero que sea un bar para juntarse con amigos, poder jugar al billar, al pool, a las cartas o al ajedrez. Un lugar con seis televisores y uno gigante para mirar los partidos, divertirse y pasarla bien”, explicó López, quien no pudo renovar el alquiler de Callao y tuvo que mudarse.

El local tiene 600 metros cuadrados, lo único que se cambió es la cocina de lugar, pero tuvo que renovarlo todo porque tras el cierre en la pandemia, Pippo fue invadido por intrusos que rompieron todo adentro.

La nueva versión de La Academia, a pasos de avenida Corrientes

En la planta baja funcionará el bar y la barra y hay mesas para jugar al ajedrez, al billar profesional y varias de pool. En total, entre el primer piso y la planta baja hay 5. Además, hay 2 mesas de ping-pong, 3 de metegol y 2 de cartas doble paño para jugar a la generala.

Para los fanáticos de los juegos retro de arcade, en cualquier momento llegan unos que se hicieron a pedido de La Academia. Otra novedad es que sumaron juegos de mesa: Uno, Jenga, Monopoly, Trivial, damas, ludo, domino y dardos, entre otros. El préstamo del juego no tiene costo, basta que cada uno de los jugadores consuma. Jugar al pool cuesta $16.000, mientras que al billar vale $20.000; el ping-pong tiene un costo de $15.000 y el metegol de $12.000. Todos estos precios son por una hora e incluyen una consumición.

Los niños contarán con un menú infantil que tiene milanesitas con fideos al olio, nuggets con papas y fideos con salsa filetto que costarán menos que un combo de hamburguesa. Y los pequeños y pequeñas que pidan el menú infantil también podrán jugar al pool gratis, habrá tacos bajitos para que puedan aprender desde chiquitos el juego.

En el primer piso, donde está el sector de juegos de mesa, metegoles, ping-pong y dardos, está la misma pintura que tenía el bar en Callao. Una imagen enorme con don Luis López jugando al billar con Carlos Gardel, Julio Cortázar, Gustavo Ceratti, Jorge Luis Borges, Rodrigo, Tita Merello y Pappo. 

Un homenaje a alguno de sus visitantes, en la lista de clientes faltan Discépolo, Luis Zamora y Ricky Maravilla, entre otros. Duki y Trueno también eligieron el bar La Academia para grabar el videoclip “Panamá”, donde mezclan el rap y el trap con la “vibra caribeña”.

En las ventanas de La Academia hay carteles escritos con letra de una niña de 12 años, la hija de Roberto, que invitan a la inauguración el 18 de junio. Pasa un señor, ya mayor, mira el cartel, vuelve a mirar la marquesina con el nombre del Bar Notable y no lo puede creer. Se emociona, sonríe y sigue. Así como esos vecinos, hay varios que pasan, entran y preguntan, porque todos están ansiosos por volver.

La esencia de La Academia es ser un bar clásico de Buenos Aires

Se podrá desayunar, comer sándwiches, picadas, pizzas; habrá minutas; menú ejecutivo con tres opciones: carne, pastas o verduras. Ojo las pastas y el pan: son caseros. Habrá raciones que costarán entre $7.000 y $9.000 y traerán desde una tortilla, alitas con BBQ o ensaladilla de atún, un plato español que se incorporó. Para los amantes de la gastronomía española habrá huevos rotos que traen huevos fritos con jamón crudo o café con gotas que es un café con cognac. Habrá un bartender para los tragos.

El bar hasta cuenta con libros que se pueden tomar prestados para leer en las mesas. Tiene rincones curiosos como una máquina de escribir, una vitrina con todos los libros dedicados a La Academia. Todo el bar está preparado con enchufes para poder ir a trabajar con la notebook o cargar el celu.

La nueva versión de La Academia es muy fidedigna a la original, un gran trabajo para respetar hasta el mínimo detalle. “Espero que nos vaya bien, hice un gran sacrificio y una gran inversión para mantener la tradición. Quiero mantener la memoria de los bares de Buenos Aires, esos que casi ya no quedan. La esencia de La Academia es ser un bar clásico de Buenos Aires. Acá la gente no es un número, es un cliente, por eso mantuvimos los mismos mozos. No tenía necesidad de hacer semejante inversión, pero quería mantener la memoria de este bar que es apenas cinco años, cumple 100 años. Por eso lo traje intacto. Había muchas salidas de comercio más fáciles, pero necesitaba continuar con la historia y la tradición de este bar”, dijo Roberto López, quien hace 50 años que trabaja en este bar reconocido como Bar Notable desde la década del ’80.