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Según el voto de los vecinos, cuales 10 mejores parrillas de la ciudad de Buenos Aires?

Un buen asado es un símbolo del encuentro entre amigos y del tiempo en familia. 17.526 vecinos de la ciudad de Buenos Aires votaron y eligieron sobre un corpus de 55 parrillas. La elección fue el resultado del primer concurso sobre la #Mejor parrilla de la Ciudad de BA Capital gastronómica, organizado por el gobierno porteño, que cerró su veredicto el 17 de septiembre.
Se hizo a través de un formulario por Internet, y los participantes tuvieron que elegir una entre las 55 parrillas participantes. En los concursos anteriores, se había votado por los mejores bodegones, hamburgueserías y cafés notables.
La Cabrera resultó la mejor parrilla de Buenos Aires en el flamante concurso con 2.029 votos. Una parrilla considerada por la crítica especializada como gourmet y que ya supo volar alto: en 2017, se entremezcló entre los mejores 50 restaurantes de América Latina.
La segunda parrilla elegida por los porteños fue Siga La Vaca; en tercer lugar quedó Don Julio. Cuarta y quinta, fueron La Rana y El Boliche de Nico, respectivamente. Luego, Estilo Campo (6to. lugar), Cooperativa Los Chanchitos (7mo. lugar), A Raja Cincha (8vo. lugar), Los Cabritos (9no. lugar) y en el puesto 10, Los Arribeños.
El rasgo distintivo de la elección es que se premiaron muchas parrillas barriales y no tan conocidas. El detalle de este exquisito top ten:
Puesto 1 – La Cabrera
Corría el año 2001 y la crisis financiera golpeaba a la Argentina. Pero Gastón Riveira se arriesgó y abrió el primer local de La Cabrera.
Consiguió darle una vuelta de tuerca a lo clásico y así ofrece entradas como la provoleta con jamón crudo y pesto de albahaca que se repite en cada una de las mesas. Allí, también hay cortes de novillo de Angus argentino, de Wagyu Argentino y hasta chuletones de ojo de bife con hueso de 15 días de maduración. Lo más apreciado son las carnes de primera calidad y la atención especial que dan ganas de volver.
El fundador dice que se inclinó por la carne porque es “el ingrediente nacional que les gusta a todos” y decidió crear un nuevo concepto en parrilla: “Quería que fuese un lugar impecable en el que todo el mundo comiese bien. Sabía que para que funcione tenía que contar con un buen equipo y yo, estar presente, porque un restaurante no se puede manejar a control remoto”.
Puesto 2 – Siga la Vaca
Es una de las más conocidas de este top ten. El local de Puerto Madero cuenta con cómodos y amplios espacios bien iluminados, y una vista exclusiva al puerto, una distinción que le da un tinte romántico y relajante.
Se maneja con el concepto de tenedor libre, y ofrece cortes de carnes deliciosos y de selección con una delicada carta de vinos.
Puesto 3 – Don Julio
Para los porteños, el tercer lugar se lo llevó la parrilla Don Julio, que también ofrece excelentes cortes de carne y muy buenas sugerencias de vinos. El lugar es de una arquitectura de diseño tradicional. Pero comienza afuera: tiene un sector de mesas y sillas sobre la vereda techada, ideal para los que desean comer al aire libre.
En su interior, el salón tiene detalles como sus paredes en ladrillo a la vista, la cerámica original de sus pisos o las botellas que decoran el ambiente. Tiene un clima familiar y amistoso. Entre los platos destacados está la provoleta de queso de cabra; el ojo de bife; el bife de chorizo; el bife de cuadril; o el churrasquito de cerdo.
Para el final, sobresale el postre “suspiro porteño” (crema de dulce de leche, brownie, nueces acarameladas, merengue de coco y avellanas).
Puesto 4 – La Rana
Así los barrios han construido a sus propios ganadores. Este restaurante es bandera en una esquina bien angulosa del barrio de Villa Urquiza.
El salón interior -de dos niveles- balconea a la calle en casi todo su perímetro; también se puede saborear un plato en la vereda, siendo otro de los atractivos. Su decoración es sencilla, con paredes puras y pantallas de mimbre desde donde se ilumina todo el salón.
En cuanto a los sabores, hay presentaciones como la provoleta con tomates secos y el pesto suave; el pechito de cerdo; lechón; asado de tira; el matambrito a la pizza; la bondiola de cerdo; el bife de chorizo; la ensalada italiana (rúcula, radicheta, berro, albahaca, tomates secos, aceitunas negras, bocconcinos, con vinagreta La Rana), entre otros.
Puesto 5 – El boliche de Nico
Compitiendo por el amor del barrio, también en Villa Urquiza aparece este reducto con quince años de existencia. Con una clara impronta familiar. Es sencillo, pero glorioso en el sabor y la abundancia. Propone platos especiales pensados para cada día de la semana y mesas largas, con muchos comensales para bandejas rebosantes de piezas. El costillar es un must. Se suele valorar porque combina buena calidad y precio.
Puesto 6 – Estilo Campo
Otra parrilla ubicada en Puerto Madero, con una ejemplar vista a los diques. Su decoración y elegancia salen de la media de las parrillas porteñas.
Cuenta con una ambientación al mejor estilo campestre y meseros vestidos de gauchos, una galería principal con vista al río y dos salones VIP: El Fogón, con capacidad para 80 personas, y La Cava, un salón para 50 comensales que simula una bodega de vinos.
Más allá de su propuesta de vanguardia, salen de su cocina aromas y sabores imperdibles y bien argentinos : asado, vacío, chivito, cochinillo, lechón y cordero, así como exquisitas mollejas, riñones y chinchulines. Una alternativa para probar que merece el intento son sus vegetales grillados.
La carta es amplia en el salado y los dulces: carnes a la parrilla, pastas, pescados, mariscos, brochettes y rissottos, entre otros. La oferta de postres incluye sambayón a la Marsala, macedonia de frutas y panqueques, entre otros.
Puesto 7 – Cooperativa Los Chanchitos
Un clásico porteño donde se va una vez, y se vuelve siempre. Mantiene su estilo de restaurante de barrio frente a Parque Centenario con los manteles bicolores y la cubertería de madera y acero. Es una de las mejores expresiones del mejor estilo del viejo bodegón. Las carnes son un lujo inimaginable y llegan siempre en porciones para compartir. Un dato para no perder: las brochettas de cerdo. Por si alguien se queda con las ganas, aún queda la oportunidad de probar el lechón a las brasas en una de las mejores versiones de la ciudad.
Hay deliciosas pastas, carnes a la parrilla y las míticas pizzanesas, creadas en los años ochenta. Se destaca por sus brochettas de cerdo. Las porciones realmente son para compartir. Como postre, ideal el flan de manzana.
Puesto 8 – A Raja Cincha
La parrilla gourmet A Raja Cincha, con dos sedes en Villa Del Parque. Se ha convertido en un clásico de los domingos, con un claro tinte bien criollo en su ambientación que se luce hasta en el cincel del filete porteño de su logo.
Una de las especialidades que se destaca es la provoleta: provoleta al roquefort, una exquisitez poco difundida. O la provoleta con jamón, tomate, orégano y oliva.
Tanto achuras como piezas de carne salen asadas en su punto y en porciones generosas. Ideal el matambrito tiernizado. La clave: acompañar los cortes con sus papas fritas “a la raja cincha”: cuatro quesos, panceta y cebolla de verdeo.
Puesto 9 – Los Cabritos
Es otra cooperativa de trabajo y ofrece una sólida variedad de platos con carnes y pastas. En el barrio de Mataderos, otro clásico que se presenta como tal desde su marquesina de neón y sus faroles porteños de la entrada. Autodenominado como “asador” antes que restaurante, se revela así como un ambiente tradicional con cocina clásica de parrilla abundante para gozar en familia.
Los habitúes saben que todos los recomendados son para compartir. Sorprende su carta bilingüe y el trabajo de asadores profesionales especialmente entrenados. Para probar sin dudas es el bife de chorizo Los Cabritos, con bife de chorizo mariposa, morrón asado, panceta y papas fritas, porteñísimo.
Puesto 10 – Los Arribeños
Tiene ventanales que dan a la calle y espacios amplios que permiten disfrutar de un agradable encuentro. De su menú, se destaca el súper bife Manolo de 500 grs. con aros de cebolla y cubierto con provoleta, morrones y panceta grillada; el matambre tiernizado con tomate, cebolla, muzzarella, albahaca y acompañado de papas rústicas; y la bondiola de cerdo asada con perfume de leños, mostaza antigua y miel con papas rústicas.
Fuente consultada: Infobae

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