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Puerto Madero: la construcción del Paseo del Bajo genera caos de tránsito y las quejas no paran de crecer
Paciencia. Una capacidad imprescindible que se necesita para transitar por el eje Madero – Huergo; para cruzar hacia Puerto Madero y Costanera Sur; para almorzar o cenar en los restaurantes ubicados junto a los diques; o para tomarse un buque rumbo a Uruguay. Cualquier actividad que implique moverse por esa zona de la Ciudad obliga a los vecinos a tener una alta cuota de paciencia y previsión: de esta manera se podrán calcular mejor los tiempos e identificar cuáles son los pasos habilitados y cuáles no, ya que los trabajos que se realizan allí van alternando.
En esa zona se construye el Paseo del Bajo, una de las obras que promete cambiar la dinámica del tránsito en toda el Area Central. En concreto se lleva a cabo una avenida en trinchera que será utilizada por el tránsito pesado: camiones y micros de larga distancia. La idea es que por esta vía queden vinculadas las autopistas 25 de Mayo, Buenos Aires-La Plata y la Illia. Y el eje Huergo – Madero será de uso exclusivo para autos. Además, en la franja de tierra en la que funcionaron playas de estacionamiento durante años, se construirá un parque lineal que generará una continuidad a nivel peatonal entre el barrio de Puerto Madero y el resto de la Ciudad.
Esta obra se complementa con el Parque del Bajo, que también complica la circulación del tránsito en la zona de Casa Rosada: ahora se trabaja para achicar la panza de la avenida de La Rábida y para vincular -en una gran plaza lineal- todo un espacio verde que irá desde avenida Belgrano hasta la plaza de acceso al CCK.
Los cortes y los embotellamientos son constantes. Sobre Alicia Moreau de Justo, por ejemplo, hay tramos en los que queda un carril para circular. A eso se suman las restricciones para ingresar a Puerto Madero por las calles perpendiculares.
Una de las zonas críticas es a la altura de la avenida Córdoba, donde está la terminal del Buquebús. Allí, Moreau de Justo tiene un solo carril de circulación por mano, y los embotellamientos son constantes, sobre todo en hora pico.
“Fuimos a almorzar a un restaurante que están a la altura del Luna Park y para irnos pedimos un radio taxi. Tardó 45 minutos en llegar. Cuando llegó, el chofer nos explicó que por los cortes tuvo hacer un rodeo que lo demoró”, contó Enrique Mugía, que tuvo un almuerzo de trabajo.
“Lo que más conviene es ira hasta Avenida de los Italianos y cruzar el Bajo de Norte a Sur bien cerca del río, aunque a veces también se complica llegar hasta ahí”, dijo Diego Hernáez, un taxista que quedó atrapado en un embotellamiento a la altura de Estados Unidos, uno de los accesos que está cortado.
Para mitigar el caos que generan los cortes, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño coordinó con AUSA (la empresa de la Ciudad que administra las autopistas y que está a cargo de estas obras), un plan de comunicación en redes y aplicaciones web para teléfonos móviles.
Todo lo que sucede en esta zona de la Ciudad involucra también a los empresarios gastronómicos que identifican tres problemas y se quejan por la merma de clientes: la obra en sí, la próxima reunión de la OMC (Organización Mundial del Comercio) y el funcionamiento de un patio de food trucks en Dársena Norte: “Los restaurantes sufren los constantes cortes de calles, la reducción de playas de estacionamiento, dificultades en la entrega de mercadería y cortes de luz. Y aún faltan dos años más de obras”, dicen desde la Cámara de Restaurantes de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC).
Se estima que en el barrio hay 50 restaurantes que afirman estar registrando una fuerte baja en el consumo, que emplean a más de 2.000 personas.
Además de los embotellamientos, en la zona de Puerto Madero crecieron en forma notable los problemas para estacionar. Es que muchas de las playas que estaban entre Moreau de Justo y Madero-Huergo fueron levantadas para avanzar con la obra. Algunas se usaban para estacionar a los vehículos de los clientes de los restaurantes.
Ahora, se ve que los valet parking de algunos restaurantes usan Moreau de Justo para dejar los vehículos de los clientes, lo que genera aún menos espacio para circular.
“Una obra de magnitud como el Paseo del Bajo tiene una cuota de incomodidad en el mientras tanto. Por eso, el trabajo de comunicación es fundamental y nos permite lograr que, a pesar de la cantidad de cortes, no se sufran demoras severas en el área”, dijo el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia, y agregó: “Para difundir los cortes se aprovechan los paneles de mensajes variables en diferentes puntos de la Ciudad. Así logramos ordenar el tránsito y que la obra avance en tiempo y forma”.
Información para chequear los cortes en tiempo real
Para seguir los cortes, hay algunos canales de información que permiten informarse minuto a minuto: desde el Twitter de Ausa (@AUSA) con el mapa actualizado de todos los cortes; también desde @batransito, la cuenta oficial de la Dirección General de Tránsito porteña. Los periodistas de tránsito también mantienen actualizada toda la información sobre cortes en esta zona: @jotaleonetti, @solotransito, @aleginart, la Asociación de Periodistas de Tránsito @APTTA_ y @droggiano, entre otros. Waze, una de las app más usadas en el tránsito, también es una buena alternativa para chequear los cortes; al ser colaborativa, tiene un altísimo nivel de actualización. Es gratuita y se puede utilizar en sistemas IOS y Android. También se puede chequear en Twitter: @WazeTrafficBA
NR
Fuente consultada: Clarín
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