Social
Preocupante: el 17% de los alumnos de primaria no llega al nivel mínimo de comprensión de lectura
Los chicos no entienden lo que leen. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta sentencia? Las prueba internacional PISA, y otras locales, ya venían alertado que algo no andaba bien: en las últimas PISA que participó la Argentina, más de la mitad de los chicos de 15 años que van a la escuela (el 53,5%) no pudo entender lo mínimo de un texto y el país quedó en el fondo de la tabla.
Ahora se suma una nueva evidencia a nivel internacional. Son las pruebas PIRLS, la más prestigiosa en lectura, que se conocieron hoy.
Participaron solo los alumnos de la Ciudad de Buenos Aires y quedaron en el puesto 46 sobre 61 distritos evaluados, entre países y ciudades. Por arriba quedaron algunas de las naciones con más tradición cultural. Por debajo, países como Trinidad y Tobago, Malta, Irán y Emiratos Arabes Unidos, entre otros.
Las pruebas PIRLS (Progress in International Reading Literacy Study) son realizadas, cada cinco año, por la Asociación Internacional para la Evaluación Educativa (IEA), una organización multinacional con sede en Amsterdam, Holanda. La primera fue tomada en el año 2001 y ésta es la primera vez que participa un distrito argentina: la Ciudad Buenos Aires.
Los resultados que se conocen hoy corresponden a la evaluación hecha durante 2016 a 319.000 estudiantes de cuarto grado de todo el mundo, entre ellos unos 4.436 chicos porteños pertenecientes a 149 escuelas, entre públicas y privadas. La ciudad de Moscú, Rusia y Singapur encabezan el ranking.
PIRLS es tomada a los chicos de cuarto grado porque se entiende que es el momento de la escolaridad en el que ya deberían haber aprendido a leer y deberían poder usar los textos para empezar a estudiar, motivo por el cual ya tienen que empezar a entender lo que están leyendo.
Por debajo de la media
De acuerdo al extenso informe de los especialistas, al que accedió Clarín, la Ciudad estuvo entre los distritos que muestran “un promedio significativamente menor que la media” en comprensión de textos. Hay datos preocupantes, entre ellos que un 17% de los chicos de Capital ni siquiera llegaron al nivel mínimo de comprensión de lectura. Y apenas un 3% pudieron interpretar, evaluar y criticar el contenido de los textos.
Chile -como país- y Buenos Aires como ciudad son los únicos distritos latinoamericanos que participaron de la prueba PIRLS. Si bien Chile quedó en el puesto 44 (dos arriba de Buenos Aires), la diferencia es “significativa” con respecto a los chicos porteños, según el informe. En el caso de Chile, fueron 13% los chicos que no alcanzaron un nivel mínimo, y el mismo 3% los que pueden interpretar críticamente un texto.
Consultados por Clarín, en el gobierno de la Ciudad explican que los resultados de PRILS se deben a que esa evaluación internacional toma procesos que acá se enseñan a chicos después de cuarto grado.
“La prueba PIRLS gira en torno a cuatro ejes: uno, localizar y recuperar información explícita; dos, hacer inferencias directas,; tres, interpretar e integrar ideas e información; y cuatro, evaluar y criticar contenido y elementos textuales. En la recuperación de formación explícita, la Ciudad se encuentra cerca del promedio internacional, pero los procesos lectores vinculados a la evaluación e integración -que aquí se enseñan después de cuarto grado- hay dificultades”, dijo a Clarín Tamara Vincacur, directora de la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa, del ministerio de educación porteño.
La prueba PIRLS establece un “puntaje de referencia” (o escala de PIRLS) que es de 500 puntos. Corresponde a la media de la primera vez que se tomó esta evaluación internacional. La idea es ver cómo están los diversos países con respecto a esa media, y cómo van evolucionando con el tiempo. La Ciudad de Buenos Aires obtuvo, en la última prueba, 480 puntos.
“Es muy bueno que Buenos Aires haya participado en la evaluación. Nuestra función es evaluar y luego proveer toda la información estadística a los países participantes. Con esos datos, son los funcionarios de cada país los tienen que aprovechar para tomar las mejores decisiones de políticas educativas”, le dijo a Clarín desde Ámsterdam y por videoconferencia Andrea Netten, directora del IEA.
“Nos gustaría que participe la Argentina como país, cuantos más países tengamos dentro de la evaluación, más vamos a saber qué pasa en el mundo”, dijo Netten, con respecto a la ausencia de la Argentina en el ranking. Vinacur explicó que la decisión de participar la tomó la Ciudad hacia noviembre del 2015, cuando había que definir esta decisión. En ese momento todavía estaba, a nivel nacional, el gobierno anterior.
La funcionaria porteña explica que las pruebas PIRLS se suman a otras evaluaciones locales (FEPBA y Pausas Evaluativas) que ya se vienen haciendo en la Ciudad. “Sirven para poder ubicar a la Ciudad en relación a otros países y así poder discutir cual es la pertinencia de lo que se propone en procesos de lectura”, afirma Vinacur.
PIRLS por dentro
PIRLS evalúa a partir de dos tipos de textos, uno mide la “experiencia literaria” (cuánto entienden los alumnos un texto de ficción) y otro mide la “adquisición y uso de la información”. Es decir, cuánto pueden los chicos localizar y recuperar la información contenida en un texto. A la Ciudad de Buenos Aires le fue bastante mejor en el primero de estos tipos de textos.
“Los resultados evidencian un mejor desempeño de los estudiantes de la Ciudad en relación con los textos vinculados a la experiencia literaria. Esto es esperable porque la lectura de textos literarios tiene un lugar privilegiado en el Diseño Curricular de la Ciudad y en las prácticas escolares de los alumnos, sobre todo en el nivel inicial y en el primer ciclo de la escuela primaria. Durante el segundo ciclo se intensifica la lectura de textos informativos”, explican desde la Ciudad.
– ¿Dados estos resultados, no debería entonces la Ciudad cambiar el diseño curricular de modo que los chicos aprendan antes las capacidades que mide PIRLS?, le preguntó Clarín a Vinacur.
“No tiene que ver con cambiar el diseño curricular, sino qué hacemos en las escuelas. Esta información nos tiene que servir para detectar mejores oportunidades para enseñar y ver dónde hay que ajustar más. Tenemos que intensificar los programas que ya tenemos para la enseñanza de la lectura”, dice la funcionaria.
Las chicas leen mejor
Un dato a observar es que en Buenos Aires, como en la mayoría de los países, las mujeres leen mejor que los varones. En el caso de Buenos Aires, las chicas obtuvieron 10 puntos más y esa es una diferencia “significativa”, de acuerdo a los autores del estudio.
Los resultados internacionales de PIRLS muestran que los logros de lectura van en aumento en todo el mundo, la brecha de género favorece a las niñas, y el inicio temprano en la lectura tiene beneficios para la futura trayectoria educativa de los estudiantes.
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