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Los bulevares mágicos de la ciudad
Por su historia, su arquitectura y su encanto urbano, estos paseos porteños se convirtieron en postales vivas.

Buenos Aires es una ciudad que se redescubre caminando. Cada barrio tiene su ritmo, su estética, su impronta, y dentro de esa variedad hay calles que brillan con luz propia. Calles con identidad, con historia, con árboles frondosos, con edificios que invitan a mirar hacia arriba. Calles mágicas.
En este recorrido vamos a frenar en tres boulevares emblemáticos, lujosos y entrañables. Tres joyitas que muchos ya conocen pero pocos se detienen a valorar. Si tenés un rato libre, tomate este tour urbano sin apuro. No hace falta salir de la ciudad para sentirse turista por un rato.
Boulevard Caseros: joya barrial entre San Telmo y Barracas
Caseros tiene ese aire de película francesa que enamora al primer vistazo. Está justo en el límite de San Telmo y Barracas, a metros del Parque Lezama y del Museo Histórico Nacional. El Boulevard Caseros es un pequeño universo donde la historia convive con la bohemia, y lo antiguo se fusiona con la movida gastronómica.
Uno de sus íconos es el imponente Edificio Schindler, en Av. Caseros al 400, una construcción de estilo señorial que marcó la identidad del barrio. Hoy, en esa cuadra y sus alrededores, hay bares de autor, cafeterías, restaurantes con veredas amplias y tiendas con onda. Un paseo que combina tradición y modernidad, ideal para una caminata de domingo o una cita improvisada.
Cerviño: palmeras, silencio y trinos en pleno Palermo chico
Si buscás un rincón de calma dentro de la ciudad, el boulevard Cerviño es un hallazgo. Ubicado entre Av. del Libertador y República de la India, este paseo verde sorprende con glorietas de árboles, bancos soleados y un clima que parece ajeno al ruido porteño. Los autos apenas circulan, el aire es fresco y, si prestás atención, hasta se escuchan los pájaros.
Cerca del Ecoparque (donde antes funcionaba el zoológico de Palermo), este sector se volvió un polo gastronómico lleno de vida: bodegones con onda, cocinas del mundo, sushi, cafeterías delicadas y heladerías artesanales. Es muy común ver vecinos caminando con sus mascotas, haciendo ejercicio o simplemente disfrutando del día. Un lugar que invita a quedarse.
Charcas: un oasis exclusivo en el corazón de Palermo
En apenas cuatro cuadras, el boulevard Charcas —entre avenida Coronel Díaz y la plaza Güemes— concentra todo lo que hace que un lugar sea codiciado para vivir. Rodeado de edificios de categoría, con mucha luz natural y veredas amplias, este sector de Palermo es casi un microclima dentro de uno de los barrios más dinámicos y poblados de la ciudad.
La zona tiene de todo: tiendas, cafés, restaurantes de nivel internacional, espacios verdes y una ubicación estratégica. Está conectada con avenidas principales, centros comerciales y el verde de plaza Güemes, donde muchas de las viviendas tienen vistas soñadas.
Charcas es un rincón donde muchos quieren mudarse, y no sólo por la comodidad: tiene algo de elegante y relajado que no se encuentra fácilmente.

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