El Konex celebra las obras de Beethoven durante cinco noches

(CABA) El tercer Festival Konex de Música Clásica se llevará a cabo en el espacio de Sarmiento 3131, donde se reflejará el influyente repertorio del compositor alemán pletórico de sinfonías, sonatas y una ópera.

“Es festejable que desde el ámbito privado haya proyectos como este en los que se invierta en la música clásica. Pero eso no significa que el Estado pueda estar ausente. Lo que aquí ocurre es que no hay muchos funcionarios a cargo de teatros oficiales que estén a la altura de lo que se necesita, a la altura de una verdadera política de difusión cultural”, afirmó el director orquestal Carlos Vieu.

Durante el Festival Vieu dirigirá las nueve sinfonías de Beethoven al frente de la Orquesta La Filarmónica. En el cierre, el domingo, interpretarán la novena junto con el coro Lagún Onak y solistas como Alejandra Malvino, Paula Almerares, Enrque Folger y Hernán Iturralde.

El director precisó que Beethoven es “una bisagra en la historia musical” y que “modificó los paradigmas del género” y que por eso mismo cobra relevancia la realización de un festival enteramente dedicado a su obra.

Un momento central de la programación ocurrirá en la noche del sábado cuando el pianista Horacio Lavandera ejecute las cuatro sonatas para piano más reconocidas: “Claro de luna”, “Patética”, “Waldstein” y “Appassionata”.

También habrá programación gratuita: el Cuarteto Petrus ofrecerá dos cuartetos de cuerdas de diferentes épocas, se proyectará “Amada Inmortal”, película que describe un período de su vida, obra, conflictos familiares y su única ópera, “Fidelio”.

También se presentarán los llamados “Conciertos en la oscuridad” con parlantes holofónicos, una experiencia sonora novedosa que envuelve al espectador en un ambiente mágico. Allí se escucharán las grabaciones más exquisitas del Concierto para piano y orquesta N°5 “Emperador”, el Concierto para violín y orquesta y las oberturas “Egmont”, “Coriolano” y “Leonora III”.

La programación completa se puede consultar en festivalkonex.org y, a propósito de ella, Télam dialogó con el director Carlos Vieu, uno de los protagonistas de las cinco noches de la programación.

Télam: La figura de Beethoven tuvo una enorme influencia en la historia musical, ¿Es posible precisar en qué campos exactamente resultó más determinante más allá de su influjo general?
Carlos Vieu: Justamente su mayor valor está en el campo de la sinfonía. Es el sinfonista por excelencia. Modificó los paradigmas del género. Sinfonía tras sinfonía uno encuentra un elemento nuevo, algún elemento que empuja a lo universal hacia una evolución. Y eso mismo se lo puede extender a las sonatas, pero es en la sinfonía donde alcanzó su máxima expresión.

T: Siempre se lo ubica a Beethoven como el enlace entre el clasicismo y el romanticismo, ¿en qué medida es comparte esa aseveración?.
CV: Si se lo observa a partir de la evolución de las formas sí es el nexo entre esos dos períodos, aunque allí lo complejo de elucidar es qué significa el clasicismo. Una cosa es la línea de Haydn (Joseph) y otra la de Mozart (Wolfgang), que son los dos representantes que se han generalizado como exponentes de ese período. Beethoven está más vinculado a la primera línea. Es difícil determinar cuánto el aporte personal modifica la historia y cuánto las fuerza de un proceso histórico modifica al compositor. Porque los elementos que desarrolla Beethoven en relación con la estructura del compás, la forma, cuestiones de tratamiento, de acentuaciones, ya estaban sobre la mesa con Haydn. Claro que luego viene Beethoven que tenía una enorme cabeza organizadora y eso provoca un salto.

T: ¿Cuál es el aporte que los actores privados están realizando en este momento de la cartelera de la música clásica?.
CV: Este es un festival que se da en un ámbito descentralizado de las salas de concierto oficiales. Y por ahí hasta logra alguna curiosidad del público que no va al Colón o al Centro Cultural Kirchner, que tiene un vínculo con otros ámbitos, como el teatro under. Hoy lo que ocurre es que no hay políticas culturales de nivel. No hay demasiados funcionarios que estén a la altura de la cultura, de lo que se necesita para programar un teatro oficial, que no estén guiados por ciertos egoísmos de los puestos de poder. Hay toda una formulación que va en desmedro de la cultura, que va en contra de una verdadera construcción de una política cultural.
Se trata de lograr un acercamiento a la gente, de multiplicar la cultura y no de convertir a la ópera, por ejemplo, en un género elitista. Cada vez existe más el negocio de montar puestas estrafalarias, con gastos millonarios, dejando de lado la emoción artística. Y eso no puede quedar relegado solamente al ámbito privado porque es imposible que el privado pueda reemplazar al Estado en esta función. Los privados han suplido y compensado algunas carencias del Estado pero la ópera y el ballet, sin Estado, son sencillamente imposibles.

MG

FUENTE: TÉLAM