Aire Libre
Instalaron una cabina anti estrés en una plaza de Palermo
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires suele innovar e invertir en comodidades para las mascotas, como el permiso para viajar en subte y los caniles que incluyen bebederos. En esta ocasión, la iniciativa generó cierto revuelo: instaló una cabina anti estrés en Palermo, donde uno puede escuchar música y acariciar mascotas.
La unidad consiste en un cubículo de vidrio plástico con un almohadón, unos auriculares y unos cachorros que entran por una compuerta diminuta para sorprender a los usuarios.
Según informaron fuentes del ministerio de Ambiente y Espacio Público, la cabina se instaló por primera vez en Plaza Armenia para que la gente sienta el cariño de las mascotas.
“Los vecinos que pasan por ella viven una sorpresiva experiencia: aislados del ruido de la ciudad, y sin saber lo que ocurrirá dentro, interactúan con perros y gatos”, indicaron a La Nación. “La actividad consiste en ingresar a la cabina, en la que se puede disfrutar de música relajante y una locución que invita a los que participan a colocarse auriculares, encontrar una posición cómoda y cerrar los ojos. Una vez que el visitante consigue relajarse, la locución pide que abran los ojos: allí se encuentra rodeado de cachorros caninos o felinos. Inmediatamente los rostros muestran el cambio de ánimo, menos estrés y alegría”, agregaron.
La actividad está acompañada por ONGs que trabajan junto a Mascotas de la Ciudad, que cuidan de los animales que participan de la actividad, para que estén hidratados. Además son controlados por veterinarios. La cabina permanece algunas horas en el mismo lugar, con la intención de que los vecinos prueben la experiencia y se animen a adoptar un perro o un gato.
El candidato a legislador por la Democracia Cristiana Porteña dentro del Frente Vamos Juntos, Carlos Lionel Traboulsi, fue invitado a la presentación de la cabina en Plaza Armenia y contó los pasos. “Te preguntan tu edad, tu actividad, de qué barrio sos. Además, si tenés alergia a los animales o alguna fobia”, indicó.
“Te sentás, te ponen unos audífonos por los que te hablan y te invitan a relajarte, respirar bien con una música de fondo. De repente sentís algunos roces en las piernas y abrís los ojos y ves los animales”, explicó a La Nación.
A la salida, te hacen una encuesta sobre la experiencia y si estarías dispuesto a adoptar alguna de las mascotas que se encuentran en el lugar. Al lado de la cabina, hay organizaciones de adopción de animales que te invitan a llevarte un perro o un gato. NR
Fuente consultada: La Nación
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