Ahora
Crearán la primera universidad para docentes en la Ciudad
La Ciudad de Buenos Aires tiene el Obelisco, Puerto Madero y una avenida que –dicen- es la más larga del mundo. Pero también tiene otra característica que la diferencia del resto del país. Es el único distrito donde faltan docentes tanto en las escuelas primarias como secundarias. El “desprestigio” que sufrió esa profesión en los últimos años, más la competencia de ofertas educativas y laborales más atractivas para los jóvenes son algunos de los motivos por los cuales la vocación docente pasa por una profunda crisis en la Ciudad.
Para revertir la situación, el gobierno porteño planea crear una universidad de formación docente, que jerarquice y haga más atractiva la profesión, al tiempo que brinde una mejor formación, adaptada a los nuevos tiempos. La nueva institución comenzaría a funcionar en 2019, siempre que avance en la legislatura el proyecto de ley para su creación que el gobierno porteño presentará hoy.
La nueva “Universidad de Formación Docente de la Ciudad” será distrital, durará cuatro años, y reemplazará a los actuales 29 profesorados públicos, donde hoy se forman los futuros maestros del distrito. Además de esos 29 institutos de formación estatales, en la Ciudad también hay 44 de gestión privada. Sumados los profesorados públicos y privados, hoy se están formando unos 2.300 nuevos docentes por año en la Ciudad, mientras que son unos 1.300 los que se jubilan en el mismo período.
Los docentes que enseñan hoy en los profesorados pasarán a desempeñarse dentro de la nueva universidad, que deberá establecer un nuevo órgano de conducción autónomo, como toda nueva casa de altos estudios. El ingreso será libre e irrestricto.
Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, explicó a Clarín que además de formar profesionales, la nueva universidad también tendrá como misión la investigación en temas pedagógicos y la extensión, que se hará efectiva con más formación práctica situada en las escuelas.
“Si bien la formación de un maestro primario debiera demorar 4 años y el de un profesor secundario 5, la realidad es que el promedio hoy es de 8 años. El formato actual de los profesorados es muy rígido y no reconocen la formación previa. Además, son solo presenciales. Todo esto va cambiar, vamos a combinar formación presencial con virtual. Y va a haber mucha más inmersión en la práctica desde el inicio”, dice Acuña.
Además del enfoque pedagógico, fuentes del gobierno porteño deslizaron que en la decisión también juegan motivaciones económicas. “El sistema hoy es muy ineficiente. Hay profesorados con muy pocos estudiantes. Algunos cursos tienen un docente cada tres o cuatro alumnos. En total se está gastando 1.600 millones de pesos al año, sin obtener buenos resultados. Es plata que ponés vos o yo”, dicen esas fuentes. Y agregan que con la nueva universidad, el gasto será similar pero, afirman, “el dinero estará mejor invertido”.
“Esta reforma hoy la podemos encarar porque en los últimos años logramos hacer funcionar el sistema tal cual estaba, pero la realidad es que hoy ya no sirve mejorar el sistema. Los que necesitamos es cambiarlo, para adecuarlo a un mundo que cambia a una velocidad vertiginosa, y el sistema educativo está cada vez más lejos”, dijo a Clarín el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
La referencia está dirigida a la nueva secundaria, que tanta polémica levantó este año. Para el gobierno porteño, la universidad de formación docente será la encargada de generar los profesores que se necesitarán para nutrir la “secundaria del futuro”, que el año que viene se va a empezar a implementar en los primeros años de 19 colegios secundarios del distrito.
Los funcionarios porteños admiten que el proyecto de ley puede generar un nuevo foco conflicto. Aunque afirman que ya han hablado con sectores representativos de la comunidad. No es lo mismo que opina Eduardo López, titular del gremio docente porteño UTE, el mayoritario en el distrito. “A nosotros no nos consultaron y espero que no sea otra decisión unilateral. Antes de llevarlas a la legislatura, las leyes sobre educación deben ser discutidas con la comunidad educativa que está involucrada en las reformas. Así se discutieron las leyes de educación de principios de los 2.000, que tuvieron mucho consenso”, le dijo López a Clarín.
Acuña afirma que la nueva universidad estará alineada a los cambios en los planes de estudio relacionado con la formación docente que está llevando adelante el Instituto Nacional de Formación Docente (Infod), que depende del Ministerio de Educación. Entre otras prioridades, esos cambios apuntan a que el futuro docente tenga en su formación mayor práctica dentro de los colegios y no tanta carga teórica como hasta ahora. Los especialistas vienen señalando desde hace años esta falencia de los profesorados, que -dicen- “alejan a los futuros maestros de la realidad”. Señalan que en algunos institutos los docentes salen, incluso, con poca formación en lectoescritura, un elemento central para el oficio docente.
“De allí saldrán los profesores de la nueva secundaria”
La nueva universidad de formación docente tendrá como objetivo formar a los profesores de la nueva secundaria, que el año que viene empezará a implementarse en los primeros años de 19 colegios de educación media del distrito, afirman los funcionarios porteños. Es que habrá cambios radicales en la práctica docente: las actuales 14 o 15 materias que deben cursar los alumnos por año serán reemplazadas por cuatro “áreas de conocimiento”que reúne a varias disciplinas; la nota numérica cambiará por nuevas “estrategias de evaluación”; y en lugar de la repitencia habrá un sistema de promoción flexible.
Por la falta de profesores, dan clases estudiantes en algunas escuelas
Si hay algo que preocupa al gobierno porteño, eso es la falta de docentes en el distrito. Un déficit que no es nuevo, pero que se incrementa año tras año. En 2017 quedaron sin cubrir 144 cargos en el nivel primario, de acuerdo al último informe oficial de mayo. En el secundario el panorama es aún más grave. Las materias con más déficit de profesores son Matemática, Lengua, Biología, Inglés, Física y Química. En el año 2016 se recibieron sólo 9 profesores de Física y Química. Así, es muy común que los estudiantes secundarios se llenen de horas libres y que haya materias en las que completen el año sin haberle visto la cara al profesor.
El tema preocupa y mucho a las autoridades, que vienen implementando diversas medidas para paliar la situación. Por ejemplo, ahora es el mismo director de escuela el que puede proponer un docente a las juntas, que normalmente es aceptado. Algunos hasta salen a buscarlos a traves de las redes sociales, como Facebook. Es el caso de Fabián Alvarez, director de una escuela en Villa Devoto. “No nos queda más que ‘pescar’ docentes para proponerlos. Las condiciones laborales son las que desalientan a los nuevos maestros”, afirma.
El ministerio de Educación, además, arma un listado de emergencia para primaria e inicial, con docentes de otras jurisdicciones y escuelas privadas. En materias como Biología, Química o Inglés de la secundaria se incorpora a “idóneos”, personas que si bien no tienen título de un profesorado saben del tema.
En última instancia, también se apela a estudiantes avanzados de profesorados, siempre que tengan al menos el 70% de la carrera docente completa. “Con todo esto logramos que no queden muchas aulas sin docente”, explicó Javier Tarulla, subsecretario de Carrera Docente del Ministerio de Educación porteño, en una entrevista con Clarín.
Respecto los estudiantes avanzados, Tarulla precisó que la resolución que lo permite ya existía desde hace unos años, pero que la medida estaba haciendo que muchos jóvenes no terminen la carrera. Por eso, este año le hicieron una modificación y ahora no pueden seguir en el cargo quienes no terminan los estudios después de tres cuatrimestres seguidos.
Para que vayan más docentes a los actos públicos -donde se asignan los cargos-, desde mayo el Ministerio de Educación porteño publica todos los jueves los cargos vacantes y refuerza la convocatoria mediante el envío de e-mails a los inscriptos.
Además, implementó el programa “Estímulo a la Formación Docente” para estudiantes avanzados de los profesorados. Consiste en prácticas rentadas como auxiliares docentes durante cuatro meses. Les pagan un sueldo y los alumnos obtienen como parte de su formación la práctica concreta dentro de un grado.
La falta de docentes es un fenómeno netamente porteño. No sucede lo mismo en el resto del país, donde cada vez son más los jóvenes que se deciden por la docencia. En los últimos ocho años, creció más de 60% la cantidad de jóvenes que estudian en los institutos de formación docente del resto del país. Pasó de 361.537 en el año 2007 a 607.553 en 2015, el último dato relevado el Instituto de Formación Docente del Ministerio de Educación. En Capital, en cambio, la cantidad de alumnos está estancada en alrededor de 40.000 alumnos que eligen la carrera, entre los institutos públicos y privados. Hoy se reciben unos 2.300 nuevos docentes por año en la Ciudad. Con la nueva universidad, el objetivo es llevarlo a 5.000 graduados por año en el año 2024. NR
Fuente consultada: Clarín
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