Buenos Aires, 01/02/2025, edición Nº 3817
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Aire Libre

Cada vez más jóvenes practican acrobacias en las plazas de la Ciudad

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skate lugano

La Facultad de Derecho, la plaza Holanda, el parque Chacabuco o el parque Ecuador son el patio de juegos para que un grupo de osados practique saltos y acrobacias.

Disciplinas como el parkour -el desplazamiento en altura saltando entre obstáculos- o el slackline -caminar o hacer trucos sobre una cinta- aparecen con cada vez más frecuencia en los espacios públicos porteños. Aunque no se trata de deportes nuevos, van ganando adeptos a medida que se suman espacios en parques y plazas para poder practicarlos.

A estas dos prácticas de deportes urbanos extremos se suman los skaters, los que andan en rollers y los bikers, que utilizan bicicletas pequeñas para saltar. No hay cifras oficiales sobre la cantidad de personas que desarrollan estas destrezas, pero se calcula que son grupos de entre 500 y 10.000 personas sólo en la ciudad.

Javier Zacarías tiene 22 años y hace ocho años entrena parkour. “Aprendí a los golpes, de ver videos e imitar los saltos para sacarlos. La disciplina llegó al país hace unos diez años y cada vez hay más gente que practica”, cuenta a LA NACION en el parque Chacabuco mientras se prepara para trepar un paredón de unos cuatro metros para saltar.

Antes de mencionar los espacios preferidos por los amantes de este deporte urbano, que nació como un método de escape del ejército francés, aclara que es prioridad el cuidado del mobiliario y el espacio público. “La Biblioteca Nacional [en Austria y Libertador] es como una juguetería para nosotros. Ahí hay toda una infraestructura que te permite practicar muchos saltos que no se pueden hacer en otros lugares porque son propiedad privada. Los techos de la Biblioteca son ideales. Igual, antes de practicar tratamos de hablar con las autoridades para pedir permiso y que sepan que somos responsables y no unos loquitos”, indica.

La plaza Holanda o la Micaela Bastidas, en Puerto Madero, son otros de los espacios preferidos por estos deportistas. Un grupo importante de practicantes de parkour se reúne los sábados en el parque Chacabuco. “Desde las 11, empezamos a practicar y vienen entre 40 y 60 personas. Ahí enseñamos la disciplina. Hay otro grupo en la plaza Italia. Miembros activos de esta actividad seremos unos 10.000 en la Capital”, agrega Zacarías.

Enrique Ruette, uno de los creadores del Club de Slack y socio gerente de Gibbons Slacklines Argentina, es amante del deporte que se practica en una cinta con determinada tensión, en diferentes alturas. “Muchas veces la gente se la confunde con actividades circenses, pero es distinto. Nace de la mano de un grupo de escaladores que, para relajarse y distenderse, empezaron a caminar en una cinta atada entre dos árboles. Nosotros lo practicamos en la ciudad”, cuenta.
acrobacias parque chaca
Clases
El slackline apareció en Buenos Aires hace una década. En la fan page Los locos de la Cinta unas 3000 personas preguntan y se informan sobre la disciplina, pero son unos 500 los adeptos que la practican asiduamente. “En el KDT estamos los viernes desde las 11 dando clases y tenemos entre 10 y 15 personas por día. Hay mayor asistencia de mujeres”, dice Ruette.

El slackline empezó a practicarse en la plaza Francia, en Recoleta; pero ahora también se puede disfrutar de estas destrezas en el parque Ecuador, en Libertador y Dorrego, al costado del club Gimnasia y Esgrima. Allí se juntan los miembros del Club del Slack casi todos los domingos.

“La idea siempre fue tratar de encontrar espacios de convivencia entre los deportistas y los vecinos, al tiempo de fomentar el ejercicio y la actividad en Buenos Aires. Cada actividad con su dimensión y su volumen representa un público joven que va a cambiar su actitud a futuro. El eje es y seguirá siendo el espacio público y las personas”, explica Francisco Irarrazaval, subsecretario de Deportes porteño.

En ese sentido, en los últimos años se inauguraron intervenciones en parques y plazas, como pistas de skate, que favorecen estas prácticas.

Para tener una dimensión del fenómeno y aunque es difícil calcular con números exactos, se estima que unos 300 adeptos concurren por día al parque de deportes extremos de Costanera Norte. Y, en la edición de Wild in the Streets de 2012, unos 10.000 skaters patinaron entre la Plaza de Mayo y la plaza Houssay, en Córdoba y Junín.

Los lugares preferidos

• Facultad de Derecho: Es uno de los edificios preferidos para los deportistas extremos. Cuenta con un paredón para los mejores desafíos del parkour y sus escalinatas y bajadas sirven para rollers y skates

• Puerto Madero: Las plazas en desnivel y el mobiliario urbano son una atracción para los practicantes del parkour. También para andar en rollers y skates

• Plazas y parques El parque Ecuador y el KDT: son los elegidos por los amantes del slackline. Sus inicios fueron en plaza Francia

• Parque Costanera: De 8 a 20, lo visitan unas 300 personas. Se puede practicar con skates, bicicletas, longboard y patines. Tiene una extensión de 7,5 hectáreas
skater puerto madero

Fuente: La Nación

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