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Relevamiento detectó irregularidades en la promoción del tabaco
A pesar de las restricciones a la publicidad de los productos de tabaco en vigor, un monitoreo en quioscos, bares, discotecas, Internet, restaurantes y recitales en la Argentina demuestra que aún es alto el incumplimiento de lo que no está permitido. Y esto se repite en 14 países de América latina, de acuerdo con un relevamiento que lidera la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina.
Los resultados, que se presentarán en los próximos meses, aportan también evidencia útil para que comience a considerarse publicidad la exhibición de los productos de tabaco usada en los lugares de venta, que es donde el 80% de las compras se decide en el momento. Los datos prueban, además, que las estrategias están orientadas a los más jóvenes, de acuerdo con las conclusiones de una especialista en publicidad, marketing y merchandising con 28 años de experiencia, que analizó los recursos utilizados.
Algunos son pantallas planas, coloridas imágenes a la altura de los ojos, cerca de la caja, que superan las medidas y las cantidades permitidas; displays iluminados con paquetes de cigarrillos entre las golosinas que revisan los chicos; patrocinio de festivales; carteles en las discos y promotoras que obsequian productos.
El año pasado, un primer monitoreo reveló que el 73% de los puntos de venta del país incluía publicidad de cigarrillos sin las condiciones que exige la ley 26.687 y su reglamentación de 2013, que amplió las restricciones a la publicidad, la promoción y el patrocinio de manera directa o indirecta. Esa extensión alcanzó a los quioscos o cualquier otro sitio de venta, donde se pueden exhibir dos avisos publicitarios por empresa de 30 x 30 cm, incluida la imagen de salud pública. Tampoco se pueden entregar cupones de sorteos, ni incentivos que fomenten la compra, la promoción o el consumo. Lo mismo ocurre con la entrega de muestras gratis.
Entre enero y abril, FIC Argentina documentó en imágenes “las acciones publicitarias o promocionales de la industria tabacalera violatorias de la legislación argentina”, como explicó Mariela Alderete, vicedirectora ejecutiva de la entidad y coordinadora del monitoreo regional con la Alianza para el Control del Tabaquismo, de Brasil; Corporate Accountability International, de Colombia, y FIC México.
Las imágenes locales muestran carteles publicitarios en los salones VIP de discotecas de la costa y la ciudad; promotoras que regalan cigarrillos en bares y discos; stands de canje por gorras o vasos coleccionables en estaciones de servicio y quioscos de La Plata, la costa y Córdoba, y el patrocinio y la entrega de objetos promocionales en recitales o eventos para jóvenes.
Los quioscos es en donde más incumplimientos se detectaron. De hecho, el informe que firma la publicista Regina Blessa, titular del Instituto de Estudios sobre Venta Minorista de Brasil, incluye dos fotos de un quiosco porteño como “uno de los ejemplos más agresivos de displaysencontrados en América latina”. Se ve un exhibidor iluminado con dos paquetes de cigarrillos, junto a la caja, y entre las golosinas. Blessa señala la ausencia de divisores entre los productos, lo que asegura un 100% de alcance y visibilidad “deliberadamente dirigido a chicos de hasta 12 años”. Esto se repite en el resto de la región.
“A veces, la industria hace cosas provocativas y agresivas para la compra por impulso, como en los quioscos -explicó Blessa, por vía telefónica-. Cuando se colocan los cigarrillos entre golosinas o juguetes se busca la normalización del consumo en los más chicos. Sabemos que las imágenes horrorosas de los efectos del tabaquismo se miran durante un segundo y nada más. La atención se fija en lo bonito, lo colorido y lo moderno.”
Y continuó: “Sabemos que la publicidad que está dirigida a los de 18 se derrama a los más chicos. Después de que muchos países la prohibieran, la industria se enfocó en el punto de venta para garantizar un lugar donde el consumidor acceda al mensaje, tenga el dinero y el producto esté disponible. Hay exhibidores cerca de los cajeros y no sólo por lo visual. Todos tienen que pasar por ahí.”
Alderete aclaró que la legislación no prohíbe la exhibición: “Pero pedimos, como lo aconseja la OMS, que se avance hacia la prohibición completa por lo que demuestran estos informes”.
En tanto, la industria aseguró que acata las regulaciones de cada jurisdicción. “Massalin Particulares cumple con todas las leyes aplicables. En las provincias que adhirieron [a la ley 26.687], realiza sus actividades publicitarias de conformidad con lo estipulado en la norma”, indicó la empresa. Nobleza Piccardo dijo: “Cumplimos siempre con el marco regulatorio. Producimos un producto que es controversial y que, por lo tanto, no puede ser comercializado como cualquier otro de consumo masivo y, a su vez, sólo debe ser consumido por adultos informados”.
El Ministerio de Salud de la Nación informó que en seis meses labró 300 actas de infracción “a la industria tabacalera porque la cartelería que exhibe en los quioscos no se adecua a la ley nacional, ya que se ve desde el exterior y es de mayor tamaño que la permitida, entre otras cosas”.
Fuente: La Nación
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