Ahora
El primer restaurante argentino, que no tiene mozos ni cajero y donde sólo se puede pagar con tarjeta

Un restaurante sin mozos ni cajero, pero con tablets, pantallas digitales, una carta de comidas saludables y música ambiental, comenzaron a llamar la atención en la vorágine del microcentro porteño. Se trata del local gastronómico “Foster”, el primer restaurante que no se maneja con efectivo del país y cien por ciento automatizado de América latina, que tiene un concepto similar al los supermercados de Amazon que funcionan sin cajeros.
Para realizar el pedido, los clientes eligen en algunas de las tabletas dispuestas en la entrada del local, un variado menú de comidas rápidas pero nutritivas. Por ejemplo bowls de estación, wraps, sopas, jugos naturales, aguas saborizadas, entre otras opciones.
Dicho pedido se retira, puede ser para llevar o comer en el mismo local, en uno de los 18 boxes automatizados en los que aparece el nombre del cliente, quien puede tocar la pantalla táctil y retirar la comida de manera muy simple. La entrega de los productos tiene un tiempo estimado de 3 minutos a 30 segundos.
Martín Zucker, uno de los tres emprendedores dueños del local, comenta: “Queremos, aunque con pequeños detalles, mejorar la calidad de la vida de las personas. Ofreciendo comida nutritiva, fresca y con un toque gourmet, a través de un sistema simple e intuitivo viviendo una experiencia única”. Y agregó: “Suele haber poco tiempo para almorzar y gran parte se pierde ordenando y pagando la comida. Queremos permitir que la gente haga su pedido a su manera de y de forma rápida y eficiente”.
Los otros dos emprendedores detrás de la novedad son Guido Stella y Mariano Fernández, junto con Zucker comenzaron hace dos años con la idea de fusionar tecnología, automatización y gastronomía en Buenos Aires. Los casos de este tipo en el mundo son escasos. El más conocido es Eatsa, de Scott Drummond y Tim Young, que comenzó a funcionar el año pasado en San Francisco, Estados Unidos.
Foster abrió hace tres semanas en horario reducido con el objetivo de testear el servicio y medir la recepción del público, su horario es de lunes a viernes de 10 a 18, aunque la idea es cubrir la franja de 8 a 19.30 horas en el siempre competitivo mercado gastronómico del microcentro porteño.
Fuente consultada Clarin

-
Turismohace 10 años
Arquitectura: la asombrosa mezcla de estilos de Buenos Aires
-
Ahorahace 7 años
La historia del Cabildo, un monumento mutilado
-
Circuitoshace 10 años
Catalinas Sur, un encantador barrio de La Boca
-
Circuitoshace 9 años
De barrio obrero a joya de Barracas: la historia del elegante Monseñor Espinosa
-
Turismohace 10 años
La historia del lujoso Edificio Estrugamou de Buenos Aires
-
Saludablehace 10 años
Conocé la planta que regenera el hígado
-
Turismohace 7 años
La imperdible colección de esculturas del Jardín Botánico
-
Circuitoshace 10 años
Barrio Rawson, un secreto en Buenos Aires