Ahora
Gracias a los controles, bajó un 61% la cantidad de motos mal estacionadas en el microcentro
“Antes, ahí donde está esa única moto estacionada en la vereda, estaba lleno”, describió Nicolás Maidana, mientras señalaba la cuadra de enfrente, en Viamonte y Maipú. Tiene 24 años y hace cuatro que trabaja en el microcentro. Explicó que ahora, como los vehículos de dos ruedas en infracción son acarreados, ya no estacionan indebidamente como antes. “Hay, pero se cuidan un poco más”, dijo.
Como Maidana, quienes recorren el microcentro empiezan a ver un leve ordenamiento en relación a las motos que circulan por la zona, delimitada por las avenidas 9 de Julio, Santa Fe, Alem y de Mayo. El incremento, dentro de ese perímetro, en los controles y las grúas especialmente diseñadas para acarrear motos en las calles angostas del área logró una disminución del 61% en la cantidad de rodados mal estacionados entre marzo y junio.
Cada día entran en el microcentro 4000 motos, según datos de la Secretaría de Transporte de la Ciudad. El proceso de ordenamiento “tuvo primero una etapa de concientización, seguida por otra de fiscalización”, recordaron fuentes de esa secretaría. Luego, en marzo de este año, se agudizaron los controles con más agentes de tránsito y las tres grúas angostas con capacidad para acarrear cinco motos cada una.
“El día del anuncio de las grúas nuevas se llenó de motos el estacionamiento”, comentó Daniel González, que trabaja en una playa en Córdoba y Reconquista. Después de ese día, incluso, ampliaron el espacio para recibir motos.
Las personas que frecuentan la zona advierten los resultados de la medida oficial. “En esta cuadra se ven muchas menos motos mal estacionadas que antes”, indicó Luis Arias, encargado de un edificio en Maipú 753. Nunca vio las grúas nuevas, pero sí observa veredas y calles más despejadas.
Hay 30 agentes de tránsito destinados a recorrer las calles del microcentro para identificar vehículos en infracción. Saverio Volonino trabaja en un quiosco de revistas sobre la avenida Córdoba: “Antes se llenaba la vereda de motos, me tapaban la puerta y no se podían ver las revistas. Pero ahora, con los controles, ya no las dejan más”, señaló.
Los agentes de la Policía de la Ciudad consultados se quejaron de no poder participar del operativo. “Sigue habiendo muchas motos mal estacionadas, pero nosotros no tenemos calendario de infracción, no podemos hacer más que decirles a los conductores que no estacionen”, expresó un efectivo que quiso preservar su nombre en el anonimato.
Puntos permitidos
En Viamonte, entre Florida y San Martín, se pueden distinguir más de veinte motos estacionadas en la calle. “Como veo muchas motos, calculo que acá se puede estacionar, pero no veo ningún cartel”, dijo Ernesto Agustín Piris,un vecino de Avellaneda que sólo de vez en cuando visita el microcentro.
Mariano Araujo tiene un quiosco allí, sobre Viamonte, hace un año.“Supuestamente está prohibido, pero en esta cuadra estacionan siempre”, respondió cuando se lo consultó sobre la posibilidad de estacionar en ese lugar. Agregó que a él le conviene que dejen las motos porque antes paraban camiones y, como el quiosco quedaba oculto, estaba “más predispuesto al robo”.
La información de Araujo es errónea. Esa cuadra de Viamonte es uno de los 26 puntos autorizados para estacionar sobre la calzada. Hay además otros 24 espacios que se crearon para estacionar sobre la acera.
Sin embargo, para quienes manejan las motos no son suficientes. “Para mí son importantísimas la velocidad y la eficiencia que te da la moto para poder moverte y hacer un montón de trámites”, consideró Santiago Orúe,que se traslada en motocicleta. Reclamó porque, desde que empezó el operativo de control, se encuentra con muchas trabas a raíz de los pocos lugares existentes para estacionar. “Cuando la dejás en un lugar te ponen multa y, si pasa la grúa y te lleva la moto, perdés toda la jornada laboral”, se quejó.
Pablo Rodríguez es empleado de la mensajería Call Back. Detalló que el viaje mínimo se cobra 70 pesos y un estacionamiento vale 30. “Si tenés que pagar los 30 pesos, ya no vale la pena el trabajo; el miedo a la multa está, pero hay que trabajar igual”, sintetizó.
El número de actas labradas por mal estacionamiento en el perímetro descendió de 5115 en marzo a 1975 en junio. Las motos acarreadas de marzo a junio, inclusive, fueron 747; de ese total, el 75% se debió a estacionamiento indebido y el restante 25%, a falta de patente.
Existen dos playas de acarreo a las que se llevan las motos en infracción; una en Sarmiento y Rafael Obligado, en Palermo, y otra en Herrera 2116, en Barracas. En promedio, una de cada cuatro motos secuestradas nunca se retira de los depósitos. Esto se debe a que “es frecuente encontrar motovehículos que se compraron sin patentar o que fueron pasando de dueño en dueño sin transferencia”, informaron fuentes de la Secretaría de Transporte. Así, muchas veces los conductores no pueden acreditar la titularidad del vehículo y no las pueden recuperar. Para hacerlo, además, deben pagar la multa que varía entre $ 1040 y $ 2080.
Las motos abandonadas ingresan en un programa de descontaminación y desguace. Estos vehículos son compactados y lo que se recauda por la venta de la chatarra resultante es donado al hospital de pediatría Juan P. Garrahan. En lo que va del año se compactaron 77 motos y hay otras 26 en la última etapa del proceso antes de tener ese final. NR
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