Social
Grandes y chicos fabrican juguetes para donar en Navidad
La puerta de la casona de la calle Carranza está abierta porque la gente entra y sale sin cesar. Todos saben muy bien a qué van: a ayudar, a compartir, a pensar en otros. Y por suerte el lugar desborda de voluntarios dispuestos a recortar, pegar, pintar, guardar. La sede de la Fundación Si se ha convertido en una fábrica de juguetes.
“La idea es que diciembre sea un mes diferente. Invitamos a la gente que venga con ganas de trabajar”, explica a Clarín Natalia Joannaz, de la fundación que colabora con más de cien comedores en todo el país, y allí serán enviados todos los juguetes que se fabriquen.
La casa chorizo divide sus ambientes por juegos. Está la pieza para hacer títeres de mano y títeres de dedos. Luego aparece la habitación de los clásicos caballitos de palo y cabeza de media. Allí nomás siguen las muñecas de tela.
Y luego, el corazón de la casa: un bellísimo jardín repleto de mesas en las que se acomodan familias enteras para pintar rompecabezas, ta-te-tí y dominós de madera. Cristian Pugliese pinta de lila las fichas del dominó, a las que decidió poner de blanco los puntitos que harán de números. Lo acompaña su esposa, Sonia, y sus hijos Catalina (8) y Bruno (4). “Vinimos porque es una causa noble y está muy bien ayudar”, dicen. En realidad a ellos los empujó su amiga Vanina Ribetto (43), que va por su tercer año consecutivo en la fábrica. “Me gusta colaborar, pero sobre todo, incentivar a los chicos a que lo hagan, para que vean que no es todo pedir y recibir”, dice. Ella llevó a Victoria, de 8 años. “Además de regalar juguetes, nuestro objetivo es sembrar solidaridad, por eso apuntamos a que vengan familias”, explica otra de las voluntarias, Adriana Rius.
Todos pueden acercarse. El año pasado fue todo un éxito: unas 10.000 personas ayudaron. Este año ya pasaron los 3.000 en unos pocos días. La fábrica de juguetes de Carranza 1962 estará abierta de lunes a viernes de 15 a 20. Y la casa abrirá desde las 10 para recibir donaciones de juguetes en buen estado, además de latas de choclo y atún. Otros voluntarios harán empanadas para repartir en las rondas nocturnas de las noches del 24 y 31 de diciembre.
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