Las distribuye el Gobierno de la Ciudad en puntos de alto tránsito de distintos barrios porteños.
Los modelos que se levantan con esa intención sólo cuestan un 5% más que las construcciones convencionales.
En sólo seis meses, reducirá la emisión de dióxido de carbono en una cantidad equivalente a la que absorben 500 árboles.
A partir del próximo año se prohibirán las tradicionales bolsas de plástico.